La frase del escritor y humorista estadunidense Mark Twain se mantiene vigente. “Dejar de fumar es la cosa más fácil del mundo. Lo sé porque lo he hecho mil veces”, dijo.

Twain falleció el 21 de abril de 1910 a los 74 años por un ataque al corazón. Pero han pasado más de 100 años y sus palabras siguen vivas, aunque en este artículo de Centro Misión Esperanza te explicaremos por qué se equivocó.

De acuerdo a un estudio del Centro Médico de la Universidad de Harvard, se ha descubierto que la adicción a la nicotina no es sólo un acto de rebeldía o mal comportamiento, sino que hay una estimulación directa al centro del cerebro en el que se simula un placer.

Si bien existen personas que pueden no fumar un cigarro por la mañana y controlarlo, al final los reflejos toman el control.

«El uso de las drogas causa una estimulación directa del centro y engaña al cerebro para simular que algo genial acaba de pasar. Esa sensación es la que provoca ir una y otra vez a consumir esa droga. Esta estimulación a medida que avanza el tiempo causa cambios en el comportamiento», señala Sharon Levy, profesora pediatra asociada a la Escuela de Medicina de Harvard, quien escribió el artículo.

¿Cuál es el tratamiento a seguir?

A casi 112 años de la muerte de Mark Twain, su frase sigue vigente. Pero ahora con la certeza de que no es sólo fuerza de voluntad, sino se requiere de un apoyo de la ciencia para poder controlar una adicción.

En el caso de la nicotina hay distintas formas de ayudar a tratar esta adicción. Existen desde pastillas, chicles o parches.

El Chantix ayuda a bloquear y activar parcialmente el punto que une a la nicotina con el sistema nervioso central. Y ayuda a que la dopamina que se segrega al fumar reduzca los efectos de placer.

Los que tomaron este medicamento en busca de dejar este hábito tuvieron mayor efectividad al doble después de un año de que pasó.

Los antidepresivos imitan los efectos que causan la nicotina, mientras que los chicles o parches también ayudan, aunque los picos son más bajos que lo que causa fumar.

Por otro lado, la varenicilina se considera como el medicamento más eficaz, pero tiene efectos secundarios y ha habido cuestionamientos sobre depresión, pensamientos suicidas o agresión.

Se requiere de que este medicamento sea supervisado por médicos y si se detectan efectos secundarios, contactar al doctor.

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